A poco más de un año de haber conversado por primera vez con Luis Henríquez, presidente de la Asociación Interamericana de la Propiedad Intelectual (Asipi), y a pocos días del Seminario de Asipi en San Salvador, el abogado se sienta de nuevo con LexLatin para explicarnos por qué Latinoamérica es un escenario estratégico para concebir la PI como motor de crecimiento, colaboración e integración regional.
En esta entrevista, además, Henríquez destaca el papel de la PI en la integración regional y detalla por qué la PI debe estar en el centro del emprendimiento y la innovación.
LexLatin: ¿Es Latinoamérica un escenario estratégico para pensar la PI como motor de crecimiento, colaboración e integración? ¿En qué y cómo llegamos a este punto?
Luis Henríquez: Sin lugar a dudas, porque contamos con una gran riqueza natural, una fuerza laboral talentosa y costos de vida relativamente bajos, lo que nos posiciona favorablemente en el contexto global. No obstante, para transformar ese potencial en realidades tangibles, es fundamental crear entornos que promuevan la innovación y brinden incentivos claros para el emprendimiento y la inversión.
En un mundo cada vez más conectado, las compañías buscan establecerse en aquellos países que les ofrezcan las mejores condiciones legales, económicas y tecnológicas. Por eso, los países de la región deben actuar con visión y generar marcos normativos sólidos, políticas públicas atractivas y ecosistemas favorables para atraer a quienes están construyendo el futuro.
El Salvador es un ejemplo interesante de esta nueva dinámica. En los últimos años, ha comenzado a implementar cambios relevantes para atraer empresas tecnológicas, ofreciendo un entorno más competitivo y abierto a la innovación. En este contexto, el Seminario de ASIPI se enfocará precisamente en el vínculo entre innovación y propiedad intelectual, y en cómo una alianza sólida entre ambos elementos puede convertirse en motor de desarrollo para nuestros países.
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¿Cuáles son las fallas de nuestra región para afrontar los cambios y retos actuales en PI?
La falta de incentivos efectivos, la inseguridad jurídica, la ausencia de políticas públicas coherentes en materia de innovación y propiedad intelectual, la inestabilidad institucional, la baja calidad del sistema educativo, el limitado a financiamiento y una débil cultura de innovación. A ello se suma la escasa articulación entre el sector público y el privado. Todos estos factores obstaculizan la consolidación de un ecosistema propicio para el desarrollo tecnológico y creativo.
¿Cómo evalúa el estado actual de la PI en Latinoamérica en comparación con otras regiones?
Hemos experimentado avances importantes en los últimos años, como la digitalización de procesos, reformas normativas y una mayor participación en foros internacionales. No obstante, persisten brechas significativas en comparación con regiones que cuentan con mayores niveles de inversión en investigación y desarrollo, o con sistemas de propiedad intelectual más consolidados.
El gran desafío que enfrentamos es lograr que la propiedad intelectual se integre de forma efectiva en las políticas de desarrollo, y que se traduzca en beneficios concretos para las economías locales.
Asimismo, es fundamental educar a la población en propiedad intelectual desde edades tempranas, no solo para que comprendan cómo aprovechar sus beneficios, sino también para generar conciencia sobre la importancia del respeto a los derechos de los creadores y los riesgos asociados a prácticas como la piratería.
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¿Podría destacar algunos países que estén liderando en políticas y resultados en PI? ¿Qué podemos aprender de sus experiencias?
Cada país de la región ha desarrollado experiencias valiosas que, al ser compartidas, contribuyen significativamente al fortalecimiento colectivo. Más allá de destacar casos individuales, lo realmente transformador es identificar y difundir buenas prácticas, analizar las reformas que han dado resultados concretos y fomentar una cultura de aprendizaje mutuo.
En ASIPI creemos firmemente en el valor de la cooperación regional. Por ello, trabajamos activamente para crear espacios de diálogo constructivo, impulsar la asistencia técnica entre países y promover una armonización progresiva de nuestros sistemas de propiedad intelectual. Todo esto lo hacemos con pleno respeto a las particularidades jurídicas e institucionales de cada jurisdicción, entendiendo que la colaboración es clave para avanzar hacia marcos más eficientes y coherentes en la región
¿Cuáles son las principales tendencias que observa en la evolución de la PI en Latinoamérica? ¿Hacia dónde se dirige la región?
Una de las principales tendencias que observamos en la evolución de la propiedad intelectual en América Latina es su creciente transversalidad. La PI ha dejado de ser un tema reservado a sectores industriales o tecnológicos tradicionales, y hoy se posiciona como un eje estratégico en ámbitos tan diversos como la agricultura, la inteligencia artificial, las industrias creativas y la sostenibilidad.
También es evidente un avance hacia la digitalización de los sistemas de PI, así como un creciente interés por su vinculación con las nuevas tecnologías. Este fenómeno viene acompañado de una participación más activa de actores no tradicionales, como las pequeñas y medianas empresas, los emprendimientos de base cultural y tecnológica, las universidades y los centros de investigación.
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En nuestra visión, el futuro de la PI en la región pasa por tres grandes ejes: su democratización, para que esté al alcance de todos los sectores productivos; su apertura, para que dialogue con otras áreas del desarrollo; y su capacidad de adaptación frente a las nuevas dinámicas globales.
¿Qué papel están jugando actualmente las organizaciones regionales (como la CAN, el Mercosur, la Alianza del Pacífico y, en especial, ASIPI) en la armonización y el avance de la PI?
Estas organizaciones desempeñan un papel fundamental en la integración normativa y técnica de la región. En el caso de ASIPI, hemos asumido la tarea de fomentar espacios de formación, investigación y cooperación interinstitucional.
Nuestra participación activa en foros multilaterales, sumada al trabajo de nuestra red de delegados nacionales, nos permite mantener una conexión directa con las realidades locales, identificar desafíos concretos y construir puentes entre los distintos actores del ecosistema de PI: autoridades, sector privado, academia y sociedad civil. Esa articulación es clave para avanzar hacia sistemas más modernos, eficientes y alineados con las necesidades de desarrollo de la región.
¿Cómo se está abordando en Latinoamérica la protección de nuevas formas de PI, como biotecnología, software o inteligencia artificial?
Este es, sin duda, uno de los grandes desafíos que enfrenta actualmente la región. Muchas jurisdicciones en Latinoamérica se encuentran en distintas etapas de adaptación normativa, ya sea mediante reformas legislativas o la emisión de directrices istrativas para abordar temas como la biotecnología, el software o la inteligencia artificial.
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Hemos asumido un rol activo en el impulso de estos debates a nivel regional, principalmente a través de nuestros comités de trabajo, donde se analizan implicaciones jurídicas, técnicas y éticas, y se promueve el intercambio de experiencias. Además, fomentamos la formación especializada de nuestros profesionales, conscientes de que el fortalecimiento técnico es clave para afrontar estos nuevos escenarios.
Nuestro objetivo es que Latinoamérica no solo reaccione ante los cambios globales, sino que también construya una visión propia, que refleje sus capacidades científicas, su contexto económico y sus principios éticos, contribuyendo así al desarrollo de marcos normativos sólidos y pertinentes.
¿Cómo se puede promover una mayor conciencia sobre la importancia de la PI entre emprendedores, pymes y la sociedad en general?
La clave está en la educación y en la capacidad de traducir el valor de la propiedad intelectual en resultados concretos y comprensibles para la sociedad. Por eso, en ASIPI nos hemos propuesto generar estudios que midan el impacto económico real de algunas de las figuras más emblemáticas de la PI. Estos documentos permiten demostrar, con base científica, la relevancia de la PI como herramienta de crecimiento y competitividad.
Además, sirven como insumo valioso para los órganos del Estado, tanto para sensibilizar a los tomadores de decisión como para diseñar e implementar políticas públicas más efectivas. Nuestra misión es clara: crear conciencia, generar evidencia y contribuir activamente a que la propiedad intelectual sea reconocida y aprovechada como un motor de desarrollo en la región.
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Hábleme un poco de su gestión: ¿Qué ha pasado en el último año? ¿Cuáles estrategias y acuerdos ha implementado ASIPI?
Este ha sido un año de intensa presencia institucional. Visitamos más de ocho países, fortaleciendo vínculos con oficinas nacionales, organismos internacionales y universidades de la región. Desarrollamos actividades académicas y seminarios especializados centrados en temas clave como los avances del mundo digital y la sostenibilidad.
El Seminario de San Salvador es una síntesis de todo este trabajo: refleja a una ASIPI activa, conectada y profundamente comprometida con los desafíos del presente y las oportunidades del futuro en América Latina y el Caribe.
¿Qué balance hace de su trabajo hasta ahora? ¿Qué destacaría? ¿Qué falta por hacer en los próximos años o en qué debería enfocarse ASIPI?
El balance es bastante positivo. Hemos avanzado en el cumplimiento de los objetivos establecidos en nuestro plan de trabajo, consolidando muchos de los logros que nos propusimos al inicio de la gestión. Fortalecimos la presencia institucional e internacional, ampliamos nuestra oferta académica, estrechamos la colaboración con oficinas nacionales y organismos multilaterales e impulsamos el diálogo en torno a temas clave como la innovación, la sostenibilidad, la economía digital y la formación de nuevas generaciones.
También dimos pasos importantes en la producción de estudios técnicos, la participación en espacios multilaterales y en el posicionamiento de ASIPI como una organización proactiva y comprometida con el desarrollo de la propiedad intelectual como herramienta de crecimiento.
Ahora nos corresponde enfocar los esfuerzos en cerrar esta etapa de gestión de manera ordenada y preparar la entrega formal al próximo presidente, la cual tendrá lugar en nuestro evento de fin de año en Buenos Aires.
Del baúl: La protección a la propiedad intelectual en América Latina
Considero que ASIPI debe seguir profundizando su labor en tres ejes estratégicos: fortalecer su incidencia en la formulación de políticas públicas; consolidar alianzas con actores clave del ecosistema de innovación; y continuar promoviendo una cultura de respeto y aprovechamiento de la propiedad intelectual desde una perspectiva inclusiva y regional.
¿Cuáles son los planes de ASIPI para actuar como impulsor de la PI como motor de crecimiento, colaboración e integración?
Seguiremos impulsando alianzas estratégicas con organismos nacionales e internacionales, promoviendo espacios de capacitación de alto nivel y desarrollando iniciativas de relacionamiento institucional que acerquen la PI a los distintos actores del ecosistema productivo y creativo.
Nuestro objetivo es que la propiedad intelectual forme parte de las agendas de desarrollo de nuestros países, no como un tema aislado, sino como una herramienta transversal que potencia la innovación, el emprendimiento y la competitividad.
En esta línea, el Seminario de ASIPI en El Salvador servirá para reunir a especialistas, autoridades, académicos y empresarios para reflexionar conjuntamente sobre cómo transformar la PI en un factor clave de crecimiento económico y cohesión social en América Latina y el Caribe.
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